El agua, como aprendimos en la escuela, es el componente más abundante de la superficie terrestre y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales. Todos crecimos utilizando agua; los alimentos, mientras se siembran y se cocinan, de una u otra manera se utiliza agua; el cuerpo humano necesita, para estar en optimas condiciones, como mínimo 8 vasos de agua al día; en fin el agua es imprescindible para el desarrollo de la vida en el planeta tierra.
Hoy en día, es muy debatida la problemática en torno a este imprescindible recurso natural. Aparecen cantidades exorbitantes de datos acerca de la alarmante situación en que se encuentra el más preciado líquido utilizado por la humanidad. Según la BBC Mundo “Un tercio de la población mundial vive en países que sufren la falta de agua; para 2025, se espera que esta cifra aumente a dos tercios”. Se datan de regiones completas en las que personas mueren debido a la escasez del preciado líquido; países que tienen que importar agua para poder subsistir; enfermedades que atacan a países debido a la falta de este liquido; y este problema apenas comienza…
La cantidad de agua en nuestro planeta es finita. El número de habitantes está creciendo rápidamente y la utilización del agua crece aún en mayor medida. El consumo de agua en el mundo aumentó seis veces entre 1900 y 1995, más del doble de la tasa de crecimiento de la población, y continúa aumentando a medida que incrementa tanto la demanda doméstica como industrial. Si la población sigue aumentando (se estima que pasaremos de ser 6.000 millones a 8.900 millones para 2050), se necesitará más agua para alimentarla.
Más de cinco millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el agua, lo que equivale a diez veces más que el número de muertos a causa de guerras en el mundo.
Hoy en día, es muy debatida la problemática en torno a este imprescindible recurso natural. Aparecen cantidades exorbitantes de datos acerca de la alarmante situación en que se encuentra el más preciado líquido utilizado por la humanidad. Según la BBC Mundo “Un tercio de la población mundial vive en países que sufren la falta de agua; para 2025, se espera que esta cifra aumente a dos tercios”. Se datan de regiones completas en las que personas mueren debido a la escasez del preciado líquido; países que tienen que importar agua para poder subsistir; enfermedades que atacan a países debido a la falta de este liquido; y este problema apenas comienza…
La cantidad de agua en nuestro planeta es finita. El número de habitantes está creciendo rápidamente y la utilización del agua crece aún en mayor medida. El consumo de agua en el mundo aumentó seis veces entre 1900 y 1995, más del doble de la tasa de crecimiento de la población, y continúa aumentando a medida que incrementa tanto la demanda doméstica como industrial. Si la población sigue aumentando (se estima que pasaremos de ser 6.000 millones a 8.900 millones para 2050), se necesitará más agua para alimentarla.
Más de cinco millones de personas mueren cada año por enfermedades relacionadas con el agua, lo que equivale a diez veces más que el número de muertos a causa de guerras en el mundo.
El cambio climático y el calentamiento global nos juegan en contra en este sentido, debido a que los polos se calientan, provocan que los hielos se derritan, el nivel del agua de mar sube e inunda los ríos de agua dulce. La tierra, debido al calentamiento global, su temperatura aumenta a grados muy altos, se calienta más de lo normal y provoca una mayor evaporación de los suelos, lo que provoca un consumo mayor de agua. Debemos, en este sentido, de tener en cuenta que no somos solamente nosotros los que necesitamos agua, sino las demás especies con las que compartimos el planeta así como el ecosistema del cual ellas y nosotros dependemos. El cambio climático también tendrá su impacto. Algunas áreas probablemente se beneficiarán con el aumento de las lluvias, pero otras zonas se verán negativamente afectadas.
En el ámbito de las clases sociales, como siempre, “los hijos de ma` chepa”, los pobres, son aquellos quienes más sufren. A medida que vaya aumentando la escasez, los precios del “preciado liquido” irán en aumento (disminución de oferta + incremento de demanda = incremento de precios), lo que provocará que a esta clase se le haga prácticamente imposible consumir agua potable. Todo esto, de la misma manera generará incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de alimentos y un aumento enorme de enfermedades relacionadas por el consumo de aguas contaminadas.
En el area de la alta política y los gobiernos, se vaticina que “las guerras en el siglo XX fueron por el denominado “Oro Negro” (Petróleo), pero que en el siglo XXI las guerras serán por el “Oro Azul” (Agua). Subdesarrollo, marginación y miseria riman hoy con mal distribución del agua. Guerras y confrontaciones regionales del mañana, coincidirán con la lucha por el control de las fuentes y las reservas estratégicas del vital líquido.
Expertos hablan de que se debe trabajar en torno a un “Contrato Mundial del Agua” en el que se declare el Agua como “Patrimonio de toda la Humanidad”. Se quiere que este contrato posea un rostro humanista, y que no sea una vía en la que unos pocos se beneficien en detrimento de la gran mayoría de la población mundial.
Las Naciones Unidas vienen, desde hace varios años, mostrando una alta preocupación en torno a este flagelo. Esta ha destinado ingentes recursos y esfuerzos para hacerle frente a esta crisis, tanto monetariamente como concientizando a la humanidad a través de charlas y congresos con el objetivo de crear conciencia de que el agua es un elemento imprescindible para la vida en el planeta; ejemplo de ello es La Exposición Internacional “Agua y Desarrollo Sostenible” en Expo Zaragoza 2008.
Entre las soluciones sugeridas están la utilización de las nuevas tecnologías para limpiar la contaminación y haciendo que el agua sea más utilizable. Algunos países están ahora tratando el agua desechada para que pueda reutilizarse, y hasta beberse, varias veces. Se trabaja en la desalinización que hace posible usar el agua de mar, pero el proceso requiere una gran cantidad de energía y deja grandes cantidades de salmuera. Otros dicen que el "agua virtual" puede ser la solución (el agua contenida en los cultivos, que pueden exportarse de los países ricos en agua a los más áridos), pero las cantidades necesarias serían inmensas y la energía requerida para transportarlos gigantesca.
Todos estos esfuerzos están llenos de buenas intenciones, pero muchos de ellos se quedan en simple palabras, otros son difíciles e inimaginables de cumplir, aunque hay uno que ya se pone en practica (la desalinización de agua de mar). Pero el punto está en nosotros, los seres humanos. Debemos dejar de lado la practica del consumo desmedido, egoísta, irracional y abusivo del agua, porque no estamos pensando ni calculando que nos auto – destruimos lentamente.
Si no creamos conciencia, si no hablamos de este tema con los demás, si no presionamos a nuestros gobiernos para que lleven a cabo planes con miras a disminuir este mal que viene en aumento, si no HACEMOS ALGO, simplemente nos lamentaremos una y otra vez, nos culparemos unos a otros y nuestro futuro, el de nuestro hijos, nuestros nietos, bis-nietos, tatara-nietos… será un futuro maldito, debido a nuestras malas practicas como individuos, como sociedad, como país, como región, como continente y como mundo.
En el area de la alta política y los gobiernos, se vaticina que “las guerras en el siglo XX fueron por el denominado “Oro Negro” (Petróleo), pero que en el siglo XXI las guerras serán por el “Oro Azul” (Agua). Subdesarrollo, marginación y miseria riman hoy con mal distribución del agua. Guerras y confrontaciones regionales del mañana, coincidirán con la lucha por el control de las fuentes y las reservas estratégicas del vital líquido.
Expertos hablan de que se debe trabajar en torno a un “Contrato Mundial del Agua” en el que se declare el Agua como “Patrimonio de toda la Humanidad”. Se quiere que este contrato posea un rostro humanista, y que no sea una vía en la que unos pocos se beneficien en detrimento de la gran mayoría de la población mundial.
Las Naciones Unidas vienen, desde hace varios años, mostrando una alta preocupación en torno a este flagelo. Esta ha destinado ingentes recursos y esfuerzos para hacerle frente a esta crisis, tanto monetariamente como concientizando a la humanidad a través de charlas y congresos con el objetivo de crear conciencia de que el agua es un elemento imprescindible para la vida en el planeta; ejemplo de ello es La Exposición Internacional “Agua y Desarrollo Sostenible” en Expo Zaragoza 2008.
Entre las soluciones sugeridas están la utilización de las nuevas tecnologías para limpiar la contaminación y haciendo que el agua sea más utilizable. Algunos países están ahora tratando el agua desechada para que pueda reutilizarse, y hasta beberse, varias veces. Se trabaja en la desalinización que hace posible usar el agua de mar, pero el proceso requiere una gran cantidad de energía y deja grandes cantidades de salmuera. Otros dicen que el "agua virtual" puede ser la solución (el agua contenida en los cultivos, que pueden exportarse de los países ricos en agua a los más áridos), pero las cantidades necesarias serían inmensas y la energía requerida para transportarlos gigantesca.
Todos estos esfuerzos están llenos de buenas intenciones, pero muchos de ellos se quedan en simple palabras, otros son difíciles e inimaginables de cumplir, aunque hay uno que ya se pone en practica (la desalinización de agua de mar). Pero el punto está en nosotros, los seres humanos. Debemos dejar de lado la practica del consumo desmedido, egoísta, irracional y abusivo del agua, porque no estamos pensando ni calculando que nos auto – destruimos lentamente.
Si no creamos conciencia, si no hablamos de este tema con los demás, si no presionamos a nuestros gobiernos para que lleven a cabo planes con miras a disminuir este mal que viene en aumento, si no HACEMOS ALGO, simplemente nos lamentaremos una y otra vez, nos culparemos unos a otros y nuestro futuro, el de nuestro hijos, nuestros nietos, bis-nietos, tatara-nietos… será un futuro maldito, debido a nuestras malas practicas como individuos, como sociedad, como país, como región, como continente y como mundo.
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